REBI- Recursos de la Biomasa prepara su desembarco en Burgos y trabaja en su nuevo proyecto, el que será su sexta Red de Calor para abastecer de energía renovable a las comunidades de vecinos, edificios públicos e industriales de la ciudad de Burgos. Se trata de la quinta Red de Calor que construirá en Castilla y León., después de la que ya tiene en marcha en Ólvega (Soria), Soria capital, en la consejería de Presidencia de Valladolid y en Aranda de Duero (Burgos). También ha replicado el modelo en Guadalajara y se prevé que lo haga próximamente en otras ocho ciudades de España en las que ya tiene muy avanzados sus proyectos, lo que la convierte en líder en el sector del diseño, ejecución, gestión, promoción y mantenimiento de redes de calor en el país.
REBI comparte el compromiso de devolver a los montes la rentabilidad que tuvieron hace decenas de años a través de la valorización energética de la biomasa, fundamentalmente para la generación de calor para calefacción y agua caliente. Pero REBI va más allá, da un paso más y su experiencia y trabajo en investigación, desarrollo e innovación permiten mejorar cada día sus centrales de producción de calor transformándolas en instalaciones altamente eficientes e inteligentes que hibridan la biomasa con todo tipo de energías renovables disponibles en el entorno de actuación; en el caso de Burgos, la central de biomasa incorporará también otros focos de energía sostenible como la geotermia, la aerotermia, o la solar térmica y solar fotovoltaica además de la eliminación de torres de refrigeración.
Son hibridaciones novedosas en España que en Burgos supondrán un nuevo salto tecnológico en la producción de energías renovables y que ayudará al conjunto de la ciudad al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 con una reducción de 38.000 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera. El Acuerdo Verde Europeo, que se presentó en diciembre de 2019 establece un horizonte en 2050 con cero emisiones de carbono en territorio europeo. Este objetivo, vinculante para la Unión Europea, implica una disminución neta de emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030 de un 55%, con respecto a los valores de emisiones de CO2 establecidos en 1990. La descarbonización implica la penalización en la emisión de gases procedentes de la combustión del gas y del gasoil.
La Red de Calor de Burgos contará con una potencia de 42 megavatios térmicos en una central de nueva construcción situada en el entorno de la zona industrial Este de Burgos. Tendrá capacidad para producir 150 gigavatios hora anuales que se distribuirán en forma de agua caliente a 80/85 grados centígrados por las calles de Burgos a través de tuberías preaisladas soterradas en doble dirección formando un circuito cerrado cuyo origen y final se sitúa en la central de producción de calor y formando una Red de 36 kilómetros en constante diseño y evolución. La Red de Calor de Burgos contará con un depósito de inercia de 10.000 metros cúbicos con un almacenamiento de 240 megavatios hora.
El proyecto incluye un trayecto base de Red desde la central pasando por el barrio de Gamonal, bajando por la calle Vitoria y calles adyacentes, avenida Reyes Católicos, hasta la zona de plaza España. También está previsto llegar al Hospital Universitario de Brugos por la avenida Cantabria. Se construirá diferentes ramales según la acción comercial lo vaya pidiendo. Las redes de distribución se construyen entre todos: entre los vecinos que utilizan calefacción central de gas o gasoil deciden conectarse, entre las administraciones que deciden incorporar energía sostenible a los edificios públicos, entre los constructores que priman la Red para sus nuevas construcciones y con la entrada del proyecto en barrios deprimidos en lo que se decida un área de rehabilitación urbana integral.
REBI proyecta dar servicio de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) a 20.000 viviendas y 140 edificios públicos, industriales y no residenciales, con una inversión de más de 30 millones de euros y una creación de 65 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Para ello ha presentado el proyecto en el Ayuntamiento de Burgos, cuenta con la autorización ambiental de la Junta de Castilla y León y ha solicitado la licencia de obra en el consistorio, por lo que se mantiene a la espera de la tramitación municipal.
La empresa soriana pone en valor los recursos naturales allá donde trabaja como esencia para hacer frente a un problema que comparte gran parte de la meseta como es la despoblación. Una apuesta clara por las energías renovables que introduce una oportunidad al empleo y la dinamización del medio rural. Las Redes de Calor generan actividad económica y empleo como una herramienta para estabilizar la población.
Experiencia en el diseño, construcción, gestión, promoción y mantenimiento de Redes de Calor con Biomasa
La Red de Aranda de Duero se muestra como caso de éxito en la provincia de Burgos. Se inauguró oficialmente en enero de 2020 con la presencia del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y la alcaldesa de Aranda de Duero, Raquel González. A día de hoy la Red continúa creciendo una vez que comenzó a proporcionar energía térmica de biomasa a los arandinos a finales del mes de septiembre de 2019. Ya suma más de 700 viviendas conectadas, superando los 2.000 vecinos, además del colegio ‘Las Dominicas’, las piscinas ‘Las Francesas’, el Club Deportivo Michelin y la residencia de mayores ‘Asadema’.
Un total de 12 megavatios de potencia instalada en la central térmica ubicada en la calle Santander generan 40 millones de kilovatios de energía térmica en una central que consume 12.000 toneladas de biomasa local al año. Los edificios conectados dejan de emitir 11.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Pero es más, la Red de Calor de Aranda de Duero se ha convertido en la primera experiencia en España de hibridación entre una Red de Calor con Biomasa y una central de cogeneración de energía eléctrica ubicada en la planta industrial de Michelin. Esta experiencia conjunta es un ejemplo de hibridación y aprovechamiento eficiente a gran nivel que solo se puede realizar en ciudades que cuentan con redes de calor urbanas, que permiten la integración de diferentes fuentes de energía térmica.
Esta colaboración supone un gran avance en la innovación en el sector de las energías renovables. No existe nada igual en España hoy por hoy y es el resultado de un acuerdo al que llegó REBI con la empresa Energy Works Aranda, propietaria de la central de cogeneración cuyo principal cliente en el municipio burgalés es Michelin.
El calor residual o excedente de producción de una industria pesada en aplicaciones residenciales redunda en un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y el cuidado y respeto del medio ambiente por reducción de emisiones contaminantes. Es precisamente lo que incorporará también la Red de Calor de Burgos.
Ventajas de la conectarse a una Red de Calor
La conexión no supone ningún sobrecoste ni derrama para los vecinos porque la pequeña obra en la sala de calderas corre a cargo de la empresa, mientras que el consumidor solo paga la energía térmica que consume a la vez que mantiene su caldera original cerrada pero funcional como doble sistema de seguridad en caso de tener que encenderla por causa de fuerza mayor. El usuario que pasa a formar parte de la Red de Calor reduce el coste de explotación y mantenimiento de la instalación y evita los problemas asociados al bajo rendimiento en calderas antiguas.
No es necesario manipular ni almacenar combustible en el edificio, con los consiguientes problemas de seguridad, suciedad y espacio. Reduce el ruido de las instalaciones en los edificios.
La instalación de fibra óptica a lo largo de las redes de calor diferencia los proyectos de REBI del resto de las redes del sector; permite una comunicación permanente con los clientes a través de un sistema de control de cada sala de calderas en la que se puede gestionar y definir la eficiencia energética de la comunidad de vecinos. La posibilidad de detectar averías a tiempo real es clave para el perfecto funcionamiento de la Red.
Además permite el control individualizado del consumo, tal y como obliga la trasposición del la directriz europea. También es necesario señalar que los edificios que incorporan la Red a su sistema de calefacción aumentan su calificación energética, incluso contribuye a la renovación de barrios completos que presentan condiciones de obsolescencia tanto en las estructuras de los edificios, en la construcción y en los servicios básicos gracias a proyectos de rehabilitación puestos en marcha por la Junta de Castilla y León en Áreas de Regeneración Urbana (ARU).
La Red de Calor de Burgos conformará para la entidad promotora una clara responsabilidad de liderazgo en la creación de conciencia entrando en las casas de los ciudadanos, en cada vivienda que decide conectarse a esta Red, a cada edificio público y usuario que lo utiliza. Es una forma de democratizar el uso de las energías renovables, explicando sus ventajas medioambientales de una forma didáctica, asumiendo la realidad del ahorro económico y de los beneficios técnicos y de confort que produce su incorporación a la vida diaria, como demuestra la experiencia de la empresa soriana en los lugares donde ya trabaja.
Las centrales de calor de REBI utilizan fuentes de energía limpia, renovable, que reporta indudables beneficios energéticos, medioambientales y socioeconómicos. Permiten reducir la dependencia respecto a los recursos fósiles, contribuyendo cada vez en mayor medida a satisfacer las necesidades energéticas.
Además, supone un importante ahorro y estabilidad en la factura energética de familias, empresas e instituciones con una reducción de consumos y costes, y mayor estabilidad del precio de la energía. Reduce la huella de carbono ayudando a mitigar el efecto invernadero.