La Red de Calor de Guadalajara, impulsada por Rebi, cierra 2024 con un balance extraordinario que refuerza su liderazgo en la transición energética sostenible. Con un crecimiento constante puesto que la Red ha conectado 76 edificios, incluidos emblemáticos edificios públicos, y más de 3.500 viviendas que han apostado por la eficiencia energética, la sostenibilidad y la economía circular. 

El 2024 ha sido clave para consolidar un modelo energético que beneficia al medio ambiente pero también ofrece estabilidad económica a los vecinos. La apuesta por la biomasa, un recurso local renovable y sostenible, ha permitido reducir significativamente las emisiones de CO2 y NOx, mejorando la calidad del aire en la ciudad. Además, ha contribuido al empleo local gracias a las actividades relacionadas con la limpieza de montes, la operación y el mantenimiento de la central. “Es un orgullo que la Red de Calor no contribuya a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático, y por supuesto que fomente la economía local y genere empleo estable en nuestra ciudad. Es energía de Guadalajara para Guadalajara”, explica David Gómez, responsable del proyecto. 

La central, ubicada en la calle Méjico 45, se ha consolidado como un referente educativo y tecnológico. Las visitas guiadas organizadas permiten a las comunidades, asociaciones y centros educativos conocer de cerca los procesos que convierten la biomasa en energía. La planta integra equipos de última generación, como calderas de biomasa, sistemas avanzados de filtrado de partículas y algoritmos inteligentes que optimizan el rendimiento del sistema según la demanda energética. El equipo de Rebi está realizando algunas mejoras para incrementar la potencia de la central, entre ellas la incorporación de una nueva caldera, la tercera, de 14 megavatios, que entrará en servicio en las próximas semanas. 

Además de los edificios residenciales, la Red ha extendido su alcance a colegios, institutos, centros deportivos y administrativos, contribuyendo a la descarbonización de la ciudad y mejorando la calidad del aire. En 2024, la incorporación de nuevas tecnologías y la investigación en sistemas híbridos han sido prioridades estratégicas. Esto refuerza el compromiso de Rebi con la innovación y la eficiencia energética para afrontar los desafíos climáticos actuales. 

Impacto positivo y perspectivas futuras 

El impacto positivo de la Red no se limita únicamente al ahorro económico para los vecinos ya que representa un modelo de estabilidad energética. “Los precios estables de la biomasa ofrecen a las comunidades un alivio frente a la volatilidad de los mercados internacionales de energía, reduciendo sus facturas energéticas y alineándose con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima”, añade Gómez. 

 Este éxito refuerza la posición de la Red de Calor de Guadalajara como un modelo a seguir en España, un país que, aunque rezagado en la adopción de redes de calor respecto a otros europeos, muestra un camino prometedor hacia la sostenibilidad. Los logros de 2024 son la continuidad de un ambicioso futuro donde las ciudades apuesten plenamente por energías renovables y sostenibles. 

La visión para los próximos años es clara: integrar más edificios y explorar nuevas fuentes de energía complementarias, garantizando un modelo aún más eficiente. La Red de Calor de Guadalajara es un ejemplo de innovación, una herramienta fundamental para construir un futuro más limpio y equilibrado en términos ambientales y sociales.