El Gobierno de Castilla–La Mancha, en colaboración con la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), ha celebrado en Cuenca el Congreso Nacional de Bioenergía bajo el título ‘Instalaciones y redes de calor con biomasa para uso público’, que se ha desarrollará a lo largo de la jornada de ayer y de hoy. Ha sido precisamente en la jornada de hoy jueves cuando Rebi, quien es uno de los patrocinadores del Congreso, ha ofrecido su ponencia en el marco del segundo bloque titulado ‘Casos de éxito de instalaciones y redes de calor con biomasa’.
El consejero delegado de Rebi, Alberto Gómez Arenas, ha explicado el modelo de negocio de las Redes de Calor que ha desarrollado en España y los proyectos en los que está inmerso en estos momentos. Ha insistido en los entresijos del márquetin de las redes de calor para convencer a la administración pública y a las comunidades de propietarios. Entre las ideas expuestas durante la ponencia, Gómez Arenas ha apuntado que “las redes de calor con biomasa privadas sin subvención solamente son rentables si son de grandes dimensiones y consumo”.
Ha compartido Alberto Gómez algunas de las conclusiones del Congreso como el hecho de que “los temores sobre problemas de contaminación de las instalaciones térmicas de biomasa son infundados por falta de información puesto que la tecnología de combustión y filtrado de gases de las centrales de las Redes de Rebi garantizan las sostenibilidad y alejan cualquier tipo de duda de contaminación”. Como principal caso de éxito en Castilla-La Mancha, Rebi ha puesto el ejemplo de la Red de Calor con Biomasa que construye en este momento en la ciudad de Guadalajara.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha este año la Estrategia Regional de Biomasa Forestal, con el objetivo de fomentar la diversificación de la producción de energía a través de la valorización energética de la biomasa forestal autóctona, para disminuir la actual dependencia exterior de combustibles fósiles. La Estrategia regional contempla diversas medidas como la sustitución de calderas de calefacción de edificios públicos de Castilla-La Mancha. En este sentido está previsto el cambio en 47 institutos públicos de educación secundaria de la región y cuatro centros de la propia Consejería de Agricultura, para lo que se prevé una inversión de 30 millones de euros. Asimismo, las nuevas directrices tratan de contribuir al desarrollo industrial en el medio rural a través del fomento del empleo en los subsectores que participan en la cadena de producción de energía a partir de la valorización energética de la biomasa forestal.
Además, y como paso esencial e importante para avanzar en la promoción de Redes de Calor, el gobierno regional se ha comprometido a regular por decreto la conexión de los edificios públicos a este tipo de instalaciones con el fin de garantizar el compromiso de éste con el fomento de las energías renovables
